Una piedra en el estanque. ¿La arrojé yo? No, pero la piedra ha tocado el agua y los círculos que empezaron pequeños y ahora se han hecho inmensos. El calor de la piedra en una mano se extinguió apenas tocó el agua. Pero yo no me zambullí. Estoy aquí. Arriba del estanque.
Si la superficie es tersa y suave, como lo era su cara, me abandono al silencio y contemplo. Pero la piedra ha hecho mella en la superficie tersa. Y su cara, bueno, su cara es un cráter de decepción.
Entonces me digo que hay caras que merecen incendiarse en el volcán de la misericordia. Porque como bien dice la copla yo ya me fui.
Y la ollita en el fuego borbotea el buen decir.
domingo, abril 08, 2012
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1 comentario:
"Pero la piedra ha hecho mella en la superficie tersa. Y su cara, bueno, su cara es un cráter de decepción"
Me gusta y me gusta mucho, Flor.
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