jueves, diciembre 04, 2014

carta enviada al despertar

desde el agua abrumadora de mis océanos te digo que sí, que a veces es difícil encontrar el lado para el cual queremos ir cuando estamos todo el tiempo con el norte sur este oeste sur este norte oeste disponibles ad infinitum. siempre confío en que estamos siempre en el lugar donde queremos estar, y que así como fluyen los estados líquidos gaseosos sólidos, todas esas personas que pasaron por nuestra vida y todas las personas que están, todos esos objetos que ya se perdieron o dejaron de tener valor, también la electricidad nos toca y a veces no podemos más que encontrarnos con nosotros mismos en una soledad más musical que toda la música del mundo. confío en que esos instantes son necesarios, nos alimentan de vida. somos lo que somos, siempre mutantes, temblando ante la emoción de vivir, buscar y buscar lo que nos hace reír y celebrar los encuentros de amistad y amor. las circunstancias son las circunstancias y algo tendremos que aprender de todo esto, no rechazo ninguno de mis sentimientos y, me parece, nos hace falta sentirnos que estamos en un lugar (y no en un no-lugar) para poder encontrarnos con otros en la invención de nuevos lugares.